Construyendo junto a la Palmera I

(La palmera en su rápido viaje por el tiempo, 2019)

Para ser un proyecto pequeño, una vivienda con la que empezamos no sintiéndonos cómodos, la casa de la Palmera va a necesitar una entrada larga; acorde con los sentimientos que ha despertado.

Reconocimientos e invisibilizados
Nosound - From Silence to Noise

El proyecto nunca es enteramente de uno, y muy mal asunto si lo es (por eso hay que ir a corregir). El propio enunciado ha sido pulido por varias manos, la aparición del apartamento, los referentes contemporáneos... No nace, tenemos entendido, del solo gesto del sensei

Tampoco el resultado lo hace solamente de las nuestras. Pienso en la santa paciencia de mi madre para ayudarme con las telas, la guía estética de cierto padre que ya es un referente hasta para quienes no somos sus hijos o el origen de la aportación (azul) más física de todos los proyectos. Personas pequeñas ayudando con la maqueta e incluso la compañía de alguna compañera de piso, aunque sea viendo telebasura, estoy seguro que se puede catalogar de ayuda. Nos lo tomamos tan en serio que volvemos de ello nuestro mundo y arrastramos a él a quienes nos rodean. No estoy muy seguro de que tenga sentido, no deja de ser, en principio, un ejercicio de clase. Quizás es la necesidad de tener un relato, de construirlo: el impulso de crear.

Quizás también unas palabra para quienes, aunque ya etéreos, de alguna forma nos han acompañado para que les pudiéramos ofrecer, al menos, una habitación. Sentido el recuerdo y sentida la presencia, a cada uno lo que le corresponda. Por aquellos, una urna. 


Afecto, en serio
Angelo Badalamenti - Laura Palmer's Theme

En una celebrada película de 2013 de pésimo guión y geniales efectos se dice algo así como que al mirar a los ojos de un animal se ven los sentimientos propios reflejados. Jorge me dice lo mismo cuando me encariño de un proyecto flojillo, que veo lo que haría yo. Probablemente ambos llevan razón, veo las maquetas y veo recorridos y experiencias, pero no sé si, en el fondo, no veo sino las mías. 

Quizás no todos disfruten como lo hacemos. Lo de alguno es vicio. Pero tampoco puedo dejar de reconocer algunas respuestas brillantes ante situaciones delicadas. Óscar, disfrutando, ha sacado un proyectazo, y, si vi con los ojos que debía, los planos de Pérez-Huet distaban bastante de estar en blanco, y mérito decidir pintar y no optar por el Cartomat, comparto el matiz. 

Aunque tampoco voy a ocultar cierto desengaño en algunos casos. Cómo puede estar esta entrada escrita en impersonal, no me jodas Dolma. O algunos proyectos que se han llenado la boca con piezas de teoría ajena y han acabado por dar, al menos en lo referente a maqueta, un resultado que poco lo visibiliza.

Pero, si en la casa de Laura Palmer (siento desvelarles el chiste, Jorge) se ha revelado que no todos lo hacemos en serio os voy a confesar que yo, que me encariño con facilidad, sí os aprecio en serio. Y veo las maquetas y me tiraría horas haciéndoles fotografías, porque cada segundo no dormido, por sentir o por resolver, merece un reconocimiento colgado en el corcho. Una exposición mínimo, carajo. 

Y, ya que hablamos de exposición, el 25 de Marzo algunos echaremos unas diapositivas, te pasaremos lista para que firmes asistencia.

Lo que no está, no existe
Álex y Christina - ¡Chas! y aparezco a tu lado

No, el color no era por el día de la mujer, que no era morado, que era rosa. Leches. Tampoco era (solamente) por Geles, aunque me convenciera de que podía existir un buen grafismo y dicho color.  Era, principalmente, por la Ceramo. En la actualidad abandonada a su suerte, es la fábrica que dio vida a todo el modernismo de la ciudad: Estació del Nord, Mercat de Colón o la esquina fea de Plaza de la Reina. De hecho, Portacoeli llegó a pedir , sin éxito, que la nueva cúpula de San Pío V se encargara a dicha fábrica. Para que nos entendamos "no se entiende el modernismo valenciano sin La Ceramo".

Para apreciar su metalizado en una pieza suelta hay que acercarse al museo de cerámica González Martí pero básicamentre es como pintar cobre sobre sobre cerámica. En fin, ¿qué tenía más sentido que demandar los cerámicos de dicha fábrica? Y ¿de qué otro color podía ser dada mi trayectoria?

Mis láminas debían concluir con el camión dirigiendo allí su volumen. ¿Tal vez abriendo la puerta a un futuro ejercicio? Hay que aprovechar el tirón que Bombas Gens le ha dado a unos distritos que, por desgracia, permanecen absolutamente anónimos.

De todas formas, por plazos, no he podido reflejarlo como quería. Que no cuente pues en la valoración, como tampoco están otras cosas en otros ejercicios. ¿O acaso una escultura es una maqueta a 1.50?

Todavía no he aprendido de lo monacal de Alba en las entregas. A ver si algún día me acuesto a las 22.00 el día de antes. Qué envidia.

A publicar mis láminas me espero que hayamos entregado todos y me ahorro suspicacias. Que alguno debería haber llegado ya...

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