Tributo de entretiempo
![File:Francis Picabia, 1915, New York..jpg](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/thumb/8/89/Francis_Picabia%2C_1915%2C_New_York..jpg/800px-Francis_Picabia%2C_1915%2C_New_York..jpg)
(Izquierda: Le saint des saints c'est de moi qu'il s'agit dans ce portrait. PICABIA, F.,1915)
(Centro: Portrait d'une jeune fille americaine dans l'état de nudité. PICABIA, F.,1915)
(Derecha: J'ai vu et c'est de toi qu'il s'agit, De Zayas! De Zayas! Je suis venu sur les rivages du Pont-Euxin. PICABIA, F.,1915)
"Hay unos papeles que se pegan a los zapatos y que, aunque uno es prudente y espera a que ellos se suelten, hay que enfadarse con ellos para que no nos sigan." Ramón Gómez de la Serna
A medida que mis amigos fueron teniendo hijos fui dándome cuenta de que siempre trataban de evitar reproducir la principal carencia de su infancia. Elsa, que había vestido siempre la ropa de su hermana mayor, se aseguró rápidamente un sueldo holgado con el que poder comprar ropa nueva a sus hijos; Jesús, que siempre se sorprendía cuando visitaba la biblioteca de mi casa, llenó la suya de libros, aunque él no supiera leerlos. Quizás el caso más singular fue el de Pepo, ahora Pepa, que había padecido de niño la ausencia de su madre. Sin embargo, y aunque no se lo dijera por prudencia, en el resto de aspectos estaban reproduciendo fielmente la educación que habían recibido. Elsa era tan rígida como su padre, Jesús jamás ponía una lavadora y Pepa llevó a todos sus hijos a la catequesis.
Viendo que no tenía otro remedio que decidirme por mejorar un único aspecto de mi educación pasé varias noches en vela tratando de decidirme. Aunque el concepto lo tenía más o menos claro era importante poder condensarlo en una única palabra, la fuerza del sustantivo radica en ser una entidad fija, no referente. Además me preocupaba que pudiera tratarse de una cláusula contractual que se firmaba secretamente al iniciar una familia, así que me apresuré a encontrar una palabra inequívoca por si tal era el caso. Finalmente me di por satisfecho con histeria, pues además de permitirme dormir tranquilo, definía muy bien la facilidad que tuvimos siempre en casa para acabar a gritos.
De todas maneras me di cuenta de que, aunque tenía el sustantivo, había olvidado el resto de requisitos (al parecer indispensables) para formar una familia. Viéndome pues profundamente solo renuncié a mi planificado sistema educativo y a combatir la histeria y adopté un perro.
A veces discutimos y nos ladramos, pero creo que siempre gana él. De todos modos histeria es una palabra demasiado Almodóvar. Quizás me busque otra.
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