¿El garaje? Hermético, por favor
Quienes de alguna forma nos dedicamos, por oficio o afición, a la cultura visual, interpretamos la imagen más de lo que conscientemente se percibe. El cine, en tanto que trepidante sucesión de imágenes (y perdonadme el galicismo), es probablemente el medio de la cultura visual más capaz de construir un relato. Por cada parpadeo dado aparecen más imágenes de las que jamás podrá ofrecer un hierático lienzo. Quizás por eso en algunos círculos de la escuela hablamos tanto de cine, concebimos la arquitectura más como un relato o una evolución que como una forma final, cristalizada y definitiva.
Es también menos desasosegante ver así la arquitectura, pues de alguna forma se valoran los pasos previos. Desde que empieza el Pabellón de Melnikov en París hasta que acaba vemos pasar la esfera, la noria, la torre... Y después de tanto cambio de raccord al final solo sabes que la protagonista es la maravillosa Jean Seberg escalera, cuya presencia eclipsa a todo lo demás.
Sin embargo la realidad perceptiva de la mayoría (¿la realidad democrática?) es que la arquitectura es la escultura hierática de Hadid, Telaclava o Silvestre. Quizás por eso su arquitectura es tan poco humana, porque la propia sucesión requiere necesariamente de al menos un ser humano, espectador, que pueda comprender el tiempo. Así es como no se entiende The House After Five Years of Living sin el factor humano pero perfectamente podemos imaginar el auditorio de Teulada en su sitio sin requerir de las personas. La única diferencia, a lo sumo, es que lo cubriría la arena a la espera de Heston.
Buscamos (desesperadamente) la arquitectura en el cine, hasta escribir de ello tostones que vencen al más entusiasta, pero rara vez buscamos al cine en la arquitectura la arquitectura en el cómic. ¿Dónde están las conversaciones sobre Moebius ahora que vamos a hacer, precisamente, un garaje? ¿Cuántos profesores han leído El Incal? En Akira hay referencias mucho más que obvias a La città nuova. El cómic, obviamente, ha visto arquitectura. Y el cine, obviamente, ha visto cómic (desde THX 1138 hasta Blade Runner) o ha colaborado estrechamente con él (Alien o la obra de Guillermo del Toro).
Es curioso que se mire tanto a la cinta y tan poco al papel dibujado. ¿Cómo en dos años de garajes ninguno ha sido hermético?
(El garaje hermético, varias portadas. Moebius)
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